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Actividades peligrosas: movimientos repetitivos
Los movimientos repetitivos se definen como continuos mantenidos durante un trabajo que implica músculos, huesos, articulaciones y nervios los cuales si no se saben controlar pueden originar fatiga muscular, sobrecarga, dolor y en ocasiones lesiones.
Cuando los ciclos principales se repiten con una duración inferior a 30 segundos y más del 50% del ciclo repetitivo es invertido por el movimiento responsable de la fricción irritante se puede indicar fácilmente que se esta presentando un movimiento repetitivo.
Las partes del cuerpo más afectadas por cualquier tipo de movimiento repetitivo son los miembros superiores, como por ejemplo, manos, muñecas, dedos, entre otros; trayendo consigo lesiones leves o severas como lo son: lesiones de los tendones, la tendinitis, tenosinovitis, síndrome de De Quervain, dedo en resorte, quiste sinovial o ganglión, epicondilitis y epitrocleitis dolencias que se generan de movimientos repetitivos y que se le deben poner atención a tiempo.
Al mismo tiempo las lesiones de las bolsas serosas y de los nervios donde se incluyen el Síndrome cubital y Síndrome del túnel, son los más comunes en los trabajadores, seguido de las lesiones neurovasculares y de espalda como la Cervicobraquialgia y la Dorsolumbalgia.
En un plano donde las enfermedades laborales deben evitarse a toda costa nos encontramos con la palabra mágica prevención, donde tener en cuenta el diseño ergonómico del puesto de trabajo, evitar posturas incómodas, no realizar esfuerzos prolongados, utilizar herramientas manuales de diseño ergonómico, utilizar guantes de protección, eludir las tareas repetitivas programando ciclos de trabajo superiores a 30 segundos.
De la mima manera, hay que aconsejar el no realizar el mismo movimiento durante más del 50% de la duración del ciclo de trabajo, efectuar reconocimientos médicos periódicos que faciliten la detección de posibles trastornos musculoesqueléticos y también ayuden a controlar factores extralaborales que puedan influir en ellas, establecer pausas periódicas que permitan recuperar las tensiones y descansar, por último informar a los trabajadores sobre los riesgos laborales que originan los movimientos repetitivos y establecer programas de formación periódicos que permitan trabajar con mayor seguridad.